Almacenes Bustamante es una historia que comenzó en 1908, en el corazón de Bogotá, cuando Manuel Bustamante Luis abrió las puertas de su primer local en la calle 12 #2-74, en el Pasaje Hernández. Por aquellos días, no era una tienda deportiva, sino un almacén de importaciones. Ofrecía desde galletas estadounidenses hasta cerámicas y balones, con una mayoría de productos franceses e ingleses. Era un súper almacén que reflejaba las influencias de una época en la que Bogotá se abría al mundo.
Sin embargo, los retos no tardaron en llegar. En 1928, un incendio devastó el local construido de bareque. La tragedia se repitió en 1948 durante el Bogotazo, cuando el almacén perdió todo. Manuel Bustamante vendió todas sus propiedades para pagar las deudas y comenzó de nuevo. En un gesto resiliente, formó una sociedad con su hijo Bernardo y juntos fundaron Manuel y Bernardo Bustamante. Esta nueva etapa los llevó a la calle 15 con carrera 9, donde aún persiste su legado.
La verdadera transformación llegó en 1985, cuando los Bustamante se convirtieron en una sociedad familiar. Con los siete hijos de Manuel al frente, la tienda dejó de lado su carácter generalista y se enfocó exclusivamente en productos deportivos. Así nació Deportes Bustamante. Desde entonces, esta empresa ha sido pionera en el mercado deportivo colombiano.
En los años 60 y 70, fueron de los primeros en importar balones ingleses. Más tarde, la influencia del deporte estadounidense trajo consigo una revolución en sus productos. Hoy, las dinámicas globales han llevado a que la mayoría de sus artículos sean fabricados en China, adaptándose a las exigencias del mercado actual.
La tienda principal en el centro de Bogotá lleva más de tres décadas siendo un referente. La sede en Chapinero, con más de 20 años, se ha consolidado como parte de la identidad del barrio.
Deportes Bustamante ha enfrentado incendios, cambios culturales y la creciente competencia de grandes cadenas internacionales. A pesar de todo, ha mantenido su esencia: un negocio familiar que ha combinado tradición, innovación y una conexión profunda con la historia del deporte en Colombia.
Su historia no solo es la de una tienda, sino la de una familia y una ciudad que han crecido y resistido juntas, adaptándose a los desafíos de cada época.