De seguro a visto el Restaurante Navarra, justo al lado de la plaza de la plaza de Lourdes. Pero, ¿sabía que fue un músico quien lo fundó?
Este lugar no solo ofrece comida, sino también una experiencia que se siente auténtica, como si el barrio hablara en cada plato y cada rincón.
La historia comienza con Don Pepe, un gallego que llegó a Colombia hace más de 60 años cargado de música, cultura y ganas de construir algo especial. Primero como músico y luego como restaurador, Don Pepe dejó su huella en varios de los lugares más icónicos de la Bogotá de antaño, hasta que decidió abrir Navarra, su gran sueño.
Desde que abrió hace más de 40 años, Navarra ha sido testigo de la transformación de Chapinero y de la plaza de Lourdes. Entre las calles y los murales que hoy dan vida al barrio, el restaurante conserva esa esencia de lo auténtico, como si el tiempo y las modas no pudieran borrar su espíritu.
¿Y la comida? Su menú es tan extenso como variado, pensado para complacer todos los antojos. La joya de la corona es su paella a la valenciana, preparada con la receta tradicional que transporta al Mediterráneo en cada bocado. Pero no se queda ahí: también hay almuerzos ejecutivos perfectos para quienes buscan una buena comida sin complicaciones, además de opciones internacionales, españolas y colombianas que celebran la diversidad gastronómica.
Navarra no solo es un restaurante, es un punto de encuentro. Es un lugar donde los sabores cuentan historias, donde los murales del barrio se mezclan con la calidez del espacio, y donde siempre hay una mesa lista para usted, ya sea que llegue con hambre de algo nuevo o buscando los platos de siempre.
Si está explorando Chapinero, el Restaurante Navarra es de esos sitios que no puede dejar pasar. Aquí, entre la plaza de Lourdes y los colores de sus calles, la autenticidad y el sabor están asegurados.






